Lo barato sale caro
- Jonathan Puello
- 23 ago 2017
- 1 Min. de lectura

Desde niños, nuestros padres regularmente nos enseñan el valor del ahorro, así también la importancia de la planeación económica de nuestros proyectos de vida. Sin embargo, al llegar a la adultez, nos damos cuenta que no todo vale lo que cuesta ni todo cuesta lo que vale.
Hace varios años, después de malas experiencias con productos buenos a la vista, pero malos a corto plazo, tomé la decisión de no colocar el precio por encima del valor a la hora de adquirir un producto o servicio. Pero, es mensurable el valor? Aunque sea muy difícil contestar esa pregunta, cada uno de nosotros sabemos el valor que le damos a cada cosa en nuestras vidas, y con esa misma intensidad, debemos buscar productos y servicios que sean dignos de nuestros sueños y capaces que enamorar nuestra visión a futuro, no sea que por ahorrarnos unos centavos, caigamos en engaños fuera de nuestras espectativas.
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